50 años sin ella

Sus instantáneas más bellas son, para mí, las menos obvias.

Esas en las que aparece sin diamantes y sin rojo de labios, al natural, donde se aprecia su verdadera belleza.

Imitada hasta la saciedad, revisitada mil veces en la moda, centro de mil historias y rumores. Hablar de ella es contar una historia que ya todos sabemos y que a veces roza lo manido. Para recordarla, mejor ver sus películas, que dejan ese buen sabor de boca a amor y lujo y donde se puede aprender un poco del verdadero sex-appeal. Porque aparecer con un jersey de lana bajando por una barra y resultar la más sexy, eso, sin duda, tiene que ser un don de la naturaleza.

Shopping inspirado en Marilyn; trench de Maison Martin Margiela beige, eyeliner Le Crayon Khol de Lancôme, mocasines de Tods, gafas modelo Nikita, de Tom Ford, clutch de Gucci, vestido dorado de Bottega Venetta, guantes de Lanvin, brazalete de Kate Spade, conjunto nude de La Perla, jersey de Gèrad Darel, lipstick de YSL, zapatos de Louboutin y vestido de Issa