viernes, 19 de octubre de 2012

Revolución (esta vez sí) en H&M


No soy precisamente una fan de las colaboraciones de H&M con grandes diseñadores. Sin que se me entienda mal, para mí el comprar una prenda única de un diseñador exclusivo pierde atractivo cuando la tiene todo el mundo o cuando hay que darse empujones para hacerse con ella. No es,digamos, la idea que yo tengo del lujo. Es el mismo mecanismo que hace que pierda todo el interés por las prendas que deseaba hace unas horas, y que ahora en rebajas están todas esparcidas por las mesas de Zara.
Pues bien, a pesar de todo ello, me declaro expectante a que llegue el 15 de Noviembre y entrar en H&M.  Me parece increíble que podamos comprar alguna de esas prendas de culto que pensé que sólo tendría cuando viviera en París y mi shopping fuera en esas tiendas multimarca de Le Marais, muy al estilo bobo, muy intelectual, muy de jersey básico de cashmere a 300 euros....muy parisino en fin!
Porque este diseñador belga (no francés) hizo las delicias de intelectuales y grunges por allá en los noventa; reconstruía prendas, reciclaba artículos de mercadillos y los pintaba dandole una aire nuevo. Su obra iba en contra de lo que tenemos como sistema de la moda, y suponía un desafío y toda una innovación.Nada de tirar lo viejo y comprar lo nuevo. Ellos reciclaban, reutilizaban, creaban....Y no sé porqué me parece ahora el momento idóneo, en medio de toda esta crisis. Esta casa se ha mantenido fiel a su estética sin hacer caso a tendencias y creando una enorme respetabilidad para ella y la moda belga. Ahora H&M, para todos todos los deseosos como yo, de tener una obra maestra en su armario, rescata su espíritu en una colección de básicos que con mucho carácter. Me quedo con la camisa blanca y la chaqueta oversize para llevarla solo con un par de tacones....

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