lunes, 5 de noviembre de 2012

Para las tardes de lluvia

La playa y el sol tienen el lugar de honor como estación favorita, pero es innegable que el otoño ofrece pequeños placeres, como las hojas amarillas caídas (imagino la calle Zurbano en las mañanas de sol), la lluvia contra la ventana cuando la casa está ya calentita, las tardes que huelen a las galletas o las pelis de miedo enterradas entre cojines en el sofá. Os propongo para esas tardes de resaca-descanso de las que estamos teniendo a menudo gracias a nuestros puentes, una lista de las mejores pelis francesas, para que dejéis los realities a un lado. Yo acabo de empezar asi que no os puedo recomendar todas pero las dejo a modo de lista y se aceptan opiniones:

Fracoise Truffaut: 
Jules et Jim (1961) romance de dos amigos por la misma mujer, Les Mistons (1958 " los Golfillos" en nuestro castellano),  o la policíaca La Sirêne du Mississippi (1977) con Catherine Deneuve. Le Dernier Métro (1980), considerada una de las más completas de sus películas por aunar tema político, romance, controversia (homosexualidad, trío amoroso) y protagonizada también por Denueve y el genial Gérard Depardieu.

L´Homme qui Aimait Les Femmes (1977) que bajo los flashbacks de un seductor a su pasado amoroso, esconde una  reflexión sobre la soledad. Con La Femme d´a Côté (1981) la cosa se pone interesante (pasión a raudales). Y Dios creó a la mujer (1965) donde Brigitte Bardot y sus piernas demostraron ser lo mejor de la Nouvelle Vague.

À Bout De Souffle (1960) dirigida por Jean-Luc Godard, Cleo de 5 à 7 (1961), que merece ya la pena por su fotografía y por ser un homenaje a París, Adieu Philippine (1962) al parecer muy recomendable y fresca. 37.2 Le Matin (1982) de Jean-Jacques Beineix, donde el amor es el absoluto protagonista. Les Amants Du Pont-Neuf (1991) protagonizada por Juliette Binoche, donde dos mendigos se enamoran. Impactante y subersiva, amor nada empalagoso. Nikita, dura de matar (1990), he aquí la versión orginial, de Luc Besson. Sous le sable (2000), con Charlotte Rampling, La Vie des Morts de Arnaud Desplechin, y cómo no, (si no la has visto, deja de leer esto y corre) Le Fabuleux Destin d´Amelie Poulin, con la que cada vez que escucho Comptes D´Autre Été no puedo evitar echar una lagrimilla....

Y para disfrutar del plan cinéfilo y endulzarnos un poco (que el cine francés tiene a veces su cosa) nada mejor que unos cupcakes, unos muffings o cualquier delicia de las panaderías gourmet que proliferan en Madrid últimamente. Muy recomendable la tarta de pistacho y los tés helados de Mamá Framboise (Calle Fernando VI, 23), los alfajores y  tartaletas  de Carmine (Santa Engracia 37),  los galletas para hacer tú misma de María´s Bakery (Zurbano 15) o los pastelitos de Pomme Sucre (Barquillo 49). Y si a ello le sumas una botellita helada de la última versión de Moët, el blanco helado.. el plan Cést genial! como diría mi compi Noemie.











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